Cosas asombrosas son posibles cuando la gente se siente apoyada para experimentar, explorar una idea, desafiando sus propios límites, tomando los riesgos necesarios al lado de otros estudiantes que están recorriendo el mismo camino, siempre abiertos y curiosos sobre nuevas posibilidades/oportunidades.
En el camino de habitar el mundo que nosotros ayudamos a construir y formar, pero que no controlamos ni queremos controlar, es que surge el laboratorio materia.
Encontrar alternativas, al control y al aprendizaje como la transmisión lineal de información y certezas, es tarea del laboratorio.
Es por esto que desarrollamos y creemos en el laboratorio materia como plataforma para la experimentación abierta y desprejuiciada, pero rigurosa a la vez, como forma de conocer, reconocer y descubrir la arquitectura.
Este camino debe ser siempre “reflexivo en la acción” para abrir todas las puertas posibles que la propia experimentación recorrerá.
Este trabajo empírico debe estar apoyado en el estudio riguroso.


¿Por qué estudiar, por qué investigar antes de crear?
1398. Jean Mignot.

“ ars sine scientia nihil est”


“aquellos que sienten satisfacción con la práctica sin ciencia, son como navegantes que viajan sin timón ni brújula, nunca están seguros de la dirección en que van. La práctica debe descansar siempre sobre una buena teoría”.
Leonardo da Vinci